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Un paro que dejo a la CGT desnuda.

La Confederación General del Trabajo (CGT) amenazó esta tarde con hacer un paro nacional, aunque no comunicó qué día y lo subordinó a que el gobierno de Mauricio Macri no realice «rectificaciones» en el rumbo de la economíal. Según el gremialista Juan Carlos Schmid, el segundo orador ante la multitud que se juntó en el centro porteño, la medida fuerza se haría a fines de este mes o a principios de abril, pero no dio más datos.

Esa falta de definición provocó incidentes entre un grupo que reclamaba una fecha concreta para la huelga nacional, sin condiciones, y algunos sindicalistas como Pablo Moyano, que tuvo que ser custodiado por fornidos camioneros que le abrieron paso para que se fuera. Fue el cierre de un día que había estado plagado de versiones y también de tensión.

El acto de la CGT arrancó a las 15, una hora antes de lo previsto, sin explicaciones. En el escenario estuvieron los integrantes del triunvirato que gobierna la entidad: Carlos Acuña (personal de estaciones de servicio), Héctor Daer (Sanidad) y Schmid (dragado y balizamiento). Los tres, después de hablar, se fueron entre empujones y abucheos.

2 de esos 3 son legisladores del Frente Renovador que conduce Sergio Massa: Daer es diputado nacional y Acuña, bonaerense. Schmid responde a Hugo Moyano. Varios dirigentes de los gremios más importantes respaldaron la protesta de hoy.

La zona era un caos. La avenida 9 de Julio estaba colapsada. Y no se podía transitar por Diagonal Sur y Moreno, donde se montó el escenario, ni por el Obelisco y avenida de Mayo. El primero en hablar fue Acuña, que felicitó a los trabajadores por asistir y reclamó al Gobierno: «Basta de manoseo«.

Luego fue el turno de Schmid: «Venimos a anunciar medidas de fuerza por la brecha social». Dijo que el paro «será a fines de marzo o principios de abril». Los asistentes vivaron con fuerza. «Vamos a ir a un paro nacional, vamos a ir a una medida de fuerza», siguió.

Antes lanzó más críticas: «¿Dónde está la política de inversiones? Las importaciones están terminando con la producción nacional«.

Daer fue el tercero y también tuvo un discurso duro: «El paro tiene que ser como esta marcha, acompañado por todos». Y enumeró algunos de los reclamos: «Vinimos acá a decirle al Gobierno queno estamos de acuerdo con su política económica ni social. Cada vez los que menos tienen son lo que peor la pasan».

Además, pidió que la Casa Rosada que reglamente la ley de Emergencia Social. «Le decimos al Gobierno que no vamos a permitir que flexibilicen los convenios de trabajo. Y tampoco vamos a permitir que se quiera dividir a las organizaciones sociales».

Los incidentes

El clima de tensión se palpaba desde las primeras horas de la tarde. El acto central estaba previsto y anunciado de manera para las 16 pero, sin explicación, se adelantó a las 15. Hablaron los tres secretarios generales de la CGT y, cuando terminaron y se daba por concluida la manifestación, comenzaron los reclamos de diversos grupos sindicales y políticos que rodeaban el palco.

   

«Poné la fecha, la p… que te parió», era el cántico que subía desde la calle, mientras empezaban los forcejeos, las trompadas y los empujones. Así, Acuña, Daer y Schmid tuvieron que salir entre apretujones, insultos y algún que otro elemento contundente que era arrojado desde el anonimato de la muchedumbre.

«El acto fue una manifestación cabal del movimiento obrero para decirle basta a las políticas de ajuste. Solicitamos rectificaciones y, si no las hay, va a haber un paro, pero la decisión de estas cosas las lleva adelante el movimiento obrero, y no un grupito partidario que quiere llevar agua a su molino«, dijo después del acto un Daer al que se lo escuchaba conteniendo furia.

Y apuntó contra «un sector pequeño, que se puso a la derecha del palco, bastante intolerante, y otro grupito que se puso detrás del palco, con la finalidad política de tratar de entorpecer. Eran de Berazategui y estaban identificados con una bandera naranja«, concluyó.,

Uno de los secretarios generales del triunvirato que conduce la CGT, Héctor Dáer, debió refugiarse en la sede de la Federación de Empleados de Comercio (Faecys) tras el discurso pronunciado por los sindicalistas, en el cual no dieron una fecha precisa sobre la realización de un paro general.

El dirigente de sanidad habló  en las instalaciones de mercantiles y acusó directamente a La Cámpora por los incidentes en el palco, en particular a “La Cámpora de la Berazategui” y al “Municipio” que dirige Patricio Mussi, un intendente que se mantiene fiel a la expresidenta Cristina Fernández.

«Son desubicados. Esto fue premeditado, nadie se pone detrás de un palco para un acto. Fue una provocación», dijo Daer a este diario.

«Son energúmenos«. Así, sin medias tintas, definió el sindicalista Juan Carlos Schmid -uno de los triunviros de la CGT que habló en el acto en el centro porteño- a los que generaron los incidentes, abuchearon, exigieron una fecha de paro y agredieron a los gremialistas que estaban en el palco. Con algo de prudencia, sin embargo, señaló a quienes estaba acusando: «Vinieron de Berazategui y Avellaneda». ¿Eran kirchneristas?, le preguntaron en radio: «Sí, pero también habían agrupaciones de izquierda».

Pero uno de los más afectados era Schmid: «Las imágenes que han quedado son de dirigentes que tuvieron que salir fuertemente custodiados, sobre quienes se estaba arrojando objetos. Esa imagen de violencia, seguramente, va a hacer utilizada por el gobierno para decir que no se quiere volver al pasado. Esos grupúsculos y energúmenos fueron funcionales al Gobierno», manifestó.

«Lo que hicieron es ser funcionales a quienes quieren vernos derrotados, los que quieren llevarnos a un país sin convenios colectivos de trabajo», agregó el titular del sindicato de Dragado y Balizamiento. Reconoció su malestar por los episodios ocurridos en el final del acto y por las agresiones que sufrieron los sindicalistas que estaban allí.

Los hermanos Moyano y el «Patón» Basile a las trompadas en el acto de la CGT

No habían pasado ni cinco minutos desde el final del discurso de Héctor Daer, uno de los integrantes del triunvirato de la CGT, cuando la violencia dijo presente en la movilización.Los hermanos Moyano, custodiados por el boxeador Gonzalo «Patón» Basile, bajaron del escenario y enseguida comenzaron a volar trompadas con un grupo que había comenzado a insultarlos debajo del escenario.«Pongan fecha, hijos de puta, nos estamos cagando de hambre», les dijeron los militantes que había copado las primeras filas debajo del escenario. Es más, Héctor Daer tuvo que se resguardado dentro de un edificio cuando iban a golpearlo. El resto de los dirigentes debió permanecer durante un rato largo sobre el escenario.

Los militantes que insultaron a los sindicalistas tildaron de «traidores» a los hijo de Hugo Moyano, ex mandamás de la CGT, y ahí se desató el caos. Se lanzaron sillas de plástico y hubo tensión.

Desde la organización acusaron a agrupaciones K de tenderle una «emboscada» a los principales líderes gremiales. «Poné la fecha, poné la fecha», repetía el grupo acompañando el pedido con insultos.La tensión que hubo en el acto se evidenció sobre todo cuando Héctor Daer dio su discurso. Fue abucheado durante varias partes, sobre todo cuando no puso una fecha para el paro nacional. Tanto a Carlos Acuña como a Juan Carlos Schmid los habían silbado.Cuando los dirigentes de la CGT fueron evacuados, militantes coparon el escenario. Con remeras kirchneristas, trabajadores de la línea 60 y otros manifestantes reclamaban al unísono: “Poné la fecha, la puta que te parió”, en relación a la falta de precisión del triunvirato cegetista, que no fijó un día para el próximo paro nacional.

El resumen de los incidentes a los lideres sindicales dejo a una CGT desnuda y con una gran deuda de conducción a la realidad y a los conducidos con un sabor amargo de que no solo no son comprendidos sino que ademas están en otra dimensión donde se exige imposibles que hace 4 años atrás no existían.

 

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