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Menéndez y Gray asumieron la conducción del PJ bonaerense.

La dupla integrada por el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, y el alcalde de Esteban Echeverría, Fernando Gray, tomó las riendas de la estructura partidaria en el marco de un armado de unidad que incluyó a todas las vertientes internas, asumieron este jueves como presidente y vicepresidente del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, respectivamente, en la sede de Matheu, en CABA, fórmula que se alternará en 2019.

El jefe comunal merlense remarcó la necesidad de “llevar adelante la reconstrucción del campo popular con eje en el peronismo” y manifestó que “los brazos están bien abiertos y no hay límites para recibir a todos los compañeros que, por distintos motivos, no han estado en los últimos años”.

“El Gobierno está haciendo un gran trabajo para que todo el campo popular se junte”, manifestó el intendente de Merlo.

“Ese es uno de los grandes desafíos que tenemos por delante. Estuvimos divididos en tres y hasta en cuatro partes en las elecciones, pero somos una mayoría los que sentimos al peronismo como guía doctrinaria”, señaló. Asimismo, se mostró esperanzado por el hecho de que “la Provincia está plagada de compañeros que se habían apartado y, ahora, se van acercando”.

Esta empresa, planteó Menéndez, resulta más sencilla debido a que “el Gobierno está haciendo un gran trabajo para que todo el campo popular se junte”.

“Frente a un diagnostico social muy complicado, no cabe otra medida que la organización para construir esa mayoría que le vendrá bien al peronismo, pero también al propio Gobierno para levantar la vara a su gestión, que hoy deja mucho que desear”, expuso.

En esa línea, exhortó a, “utilizando las herramientas que no provee la democracia, poner de pie al peronismo haciéndolo crecer y repatriando a todos sus integrantes”.

Y finalizó: “Las derrotas y los errores son grandes maestros de vida y hacen que podamos trabajar en una versión mejorada de cada uno. Hoy, más unidos, nunca bajando los brazos, dejando que nos pongan un techo a nuestros sueños de justicia y libertad en la Argentina, estamos de pie de cara a la sociedad”.

Luego del período de Espinoza al frente del PJ bonaerense, llega una renovación en los mandos de conducción partidaria, debido a que el kirchnerismo ha perdido poder tras las derrotas de las tres últimas elecciones en la provincia de Buenos Aires (2013, 2015 y 2017). En ese marco, el ex intendente de La Matanza no pudo imponer sus deseos de renovar su mandato porque encontró una posición firme de los jefes comunales peronistas del Conurbano, entre ellos Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), y además no tuvo el apoyo incondicional de Cristina Kirchner y su hijo, líder de la agrupación La Cámpora, Máximo Kirchner.

En un cambio de época en el peronismo provincial, Menéndez fue uno de los líderes que pregonaban que el PJ debía unirse con los dirigentes que se distanciaron como Sergio Massa (Frente Renovador) y Florencio Randazzo (Cumplir) y por eso ahora el partido avanzará en esa dirección de unidad entre varios sectores marginados durante el kirchnerismo. También Menéndez se mostró cercano al sector peronista en el Senado que lidera el rionegrino Miguel Angel Pichetto y los gobernadores justicialistas que mantienen una buena relación con el Gobierno nacional.

Ahora pasamos a la parte incomoda; sera una tarea difícil a la dupla  Gustavo Menéndez – Fernando Gray  ,Re-educar a los Justicialistas Bonaerences; donde parte de las materias primero sera que vuelvan a leer la constitución nacional, segundo entender a la oposición ya que para el PJ el macrismo y CAMBIEMOS es algo incomprensible.Es por eso que para cerrar tomamos prestado este párrafo de una nota del Diario La Nacion, escrita por Laura Di Marco

http://www.lanacion.com.ar/2094582-que-dice-el-peronismo-cuando-nadie-lo-escucha

«Un importante líder territorial lo resume así: «Me vuelvo loco con la difusión de las encuestas que dan a la chica (por María Eugenia Vidal) con mejor imagen que el propio Presidente. Pero, ¿dónde se vio eso? Eso es limar la autoridad presidencial». ¿Y qué harían ellos? No las difundirían. Lo mismo le cabe a Elisa Carrió: se les eriza la piel cuando discute a Macri en público o amaga con no votar un proyecto esencial. Al líder no se le discute puertas afuera. Eso es inconcebible. Y es el motivo por el cual Pichetto llegó a sugerir que, durante la década K, sentía el cerebro expropiado. «Quiso decir que recuperó márgenes de libertad que, como integrante de un gobierno, no tenía», traducen, desde su despacho.

El manual del PJ clásico sobre el poder refleja, en parte, la política del siglo XX: verticalista, machista, controladora, centrada en el líder y el territorio. Un territorio sembrado de intrigas y disputas, en el que el fin siempre justifica los medios. La política clásica dice -y no sólo sobre el peronismo- que es imposible ejercer el poder de otro modo en la Argentina. Que Cambiemos deberá adaptarse. Que Macri debería parecerse a Pichetto. En 2019 empezará a develarse quién tiene razón….» fin de la cita.

El PJ debe cambiar y si Gustavo Menéndez – Fernando Gray no logran poner la primera piedra no habrá poder presidencial Justicialista hasta el 2023 con mucha suerte.

 

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