HurlinghamRedes Sociales

Lucas Delfino.»Eficiencia y transparencia para acceder a créditos externos»

En una charla informal el mismo Subsecretario de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior y Obras Públicas, Lucas Delfino, nos conto del ranking de eficiencia, tiene todo para ponerse en marcha. Inclusive, las variables que los distritos deberán sortear para conseguir un buen puesto en la nómina final.

Un ranking de eficiencia y transparencia sería la fórmula de Mauricio Macri para que 50 comunas tengan chance de acceder a créditos externos. Del peor hasta el mejor, y con posibilidad de premios para el medio centenar de comunas que se ubiquen en los primeros puestos.

El mismo presidente Mauricio Macri fue el impulsor de una tabla comparativa entre los 2200 municipios y que premiará a los que mayor merito hagan. Desde la Casa Rosada apuntan a la meritocracia, en base a la evaluación de la eficiencia y la transparencia para que los mejores ubicados tengan beneficios.

Son cinco los puntos a estudiar por parte de la gestión Macri: situación fiscal, porcentaje de presupuesto municipal destinado a obras públicas, porcentaje de ejecución presupuestaria, porcentaje de empleados con respecto a la población y accesibilidad de la información pública (transparencia institucional).

Así el nuevo plan que apuesta a la tabla comparativa de eficiencia y transparencia genera mucha incertidumbre y, los alcaldes dudan de su objetividad. “La realidad de un municipio del Conurbano es muy distinta, incluso a los del interior”, señalan.

Lucas Delfino culmino diciendo; «Con el ministro, Rogelio Frigerio, venimos trabajando para cambiar el paradigma donde las peores administraciones se terminan beneficiando. Cuando asumimos nos encontramos con que el 90% de los municipios eran meros pagadores de sueldos. La idea es armar un ranking de 50 ciudades que mejores se ajustan a variable como trasparencias de datos, porción del presupuesto ejecutada en obra pública y empleados públicos. Queremos cortar con lo subjetivo, generando variables que muestren de forma objetiva cuales son los mejores municipios. En un mes va a estar lista una inscripción online donde se invitará a inscribirse a todos aquellos municipios de más de 500 mil habitantes y hasta 300 mil  habitantes.»

¿Será una excusa para premiar a los oficialistas y castigar a los que no lo son? ¿Querrán imponer un standard a la altura de la Ciudad de Buenos Aires, que tiene el tercer presupuesto nacional? ¿Pretenden inmiscuirse en las cuentas locales, monitoreando en qué se gasta y cómo? ¿Qué indicadores se van a evaluar para hacer el ranking?. Una buena parte de los jefes comunales están muy atentos a la iniciativa. Y  los que están definitivamente en contra no quieren hablar; pero en su mayoría saben que se termino la época de echarle la culpa a la anterior gestión. El objetivo final es incentivar a los intendentes a hacer mejor uso del presupuesto y acelerar la ejecución de las obras públicas.                       Dado que no es una auditoría ni una inspección no será obligatorio para los jefes comunales, sino que el Gobierno abrirá la invitación y participarán todos los municipios que así lo deseen.

Finalmente , ¿limitará este monitoreo el uso ilegal de recursos públicos para la campaña, tan habitual en la política argentina? Esta es la mayor preocupación. Se trata de un año electoral, donde los intendentes no ponen en juego en forma directa su cargo, pero sí los que corresponden a las concejalías locales, la llave para dar gobernabilidad a los municipios o hacerle la vida imposible a los ejecutivos.

“Queremos evitar que, como sucede en muchos años electorales, las plantas municipales exploten y después el presupuesto se vaya casi todo en sueldos”, analizan.

El proyecto, estiman, será lanzado antes de abril. El proceso de selección llevará hasta fin de año y cuando termine no se armará un ranking con el puesto en el que quedó cada uno de los municipios. Es decir, no van a quedar expuestos los peores. Tan sólo se exhibirán los mejores, «sean del color político que sean». Se puntualizó en 50, pero pueden ser más.

El 18 de enero  14 intendentes del PRO de la provincia de Buenos Aires, en un asado «de trabajo» que se realizó en el Club San Martín, de Villa Raffo, donde fue anfitrión Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero. Creer o reventar, nadie habló de candidaturas, sino que expusieron ante el Presidente su propio «tablero de control», objetivos, avances, dificultades en cada una de las áreas municipales. Allí, el Presidente insistió con su fórmula: «se gana con gestión». Es todo lo que dijo de las elecciones. Fue su forma de mostrar cuánto le interesaban.

Por eso el temor de los intendentes opositores, o sea, la mayoría, ya que Cambiemos solo tiene unos pocos más de 600. Lucas Delfino, subsecretario de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior y Obras Públicas, desde donde se impulsa el ranking, dijo a Infobae que «lo que buscamos es mejorar la gestión de los municipios de todo el país, sin importar el partido al que pertenezcan, nadie puede quejarse por trato discriminado, más bien lo contrario».

Por su lado, Gustavo Menéndez (FPV) no se opone a la medición de eficiencia y transparencia, «pero la implementación de las mejores ideas se complica si no se conocen las realidades, se empieza con un prueba y error que ya vimos en muchas medidas y, mientras tanto, la gente queda afuera o directamente perjudicada».

Es muy claro que existen  intendentes del conurbano, como el caso de Verónica Magario, de La Matanza, o Alberto Descalzo, de Ituzaingó, ni siquiera presentan los papeles más elementales para que el gobierno nacional o el provincial puedan hacer el seguimiento de la calidad del gasto en la transferencia de fondos.

Volviendo al ranking, Fabio Quetglas, experto en políticas territoriales, cree que «medir es una forma de captación de la realidad y una obligación del Estado, pero se trata de un ejercicio político complejo porque los municipios no operan en el vacío, es obvio que no es lo mismo Tartagal que CABA». Sin embargo, asegura que «la comparabilidad es lo que va evitar los polideportivos vacíos que pululan por todo el país o los centros de salud preparados para municipios de 200 mil personas, donde viven 50 mil, y hay un montón de espacio pero no funciona el equipo de Rayos X. En la Argentina hay demasiado amor a la inauguración y poco interés a lo que se pueda medir«.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *