Información Sindical

La CGT endureció sus reclamos al Gobierno

Bajo el abrigo de un hotel céntrico, con menú repetido y siempre con el gastronómico Luis Barrionuevo como anfitrión, lo que cambió y mucho fue el humor de los principales gremialistas del país, que ayer apuntalaron críticas al gobierno nacional y sentaron bases para un paro general que podrían confirmar este jueves, en la próxima reunión del consejo directivo de la CGT.

Disconformes con la conducción del país, preocupados por el estancamiento de la economía y el efecto directo que tiene en la pérdida de puestos laborales, la cúpula sindical dio señales de paciencia agotada, condenó por igual a funcionarios y empresarios y anticipó el inicio de un plan de lucha para defender derechos de los trabajadores.

«Firmaron que no iba a haber más despidos ni suspensiones y es todo lo contrario a lo que están haciendo«, afirmaron Juan Carlos Schmid , Carlos Acuña y Héctor Daer, referentes de la central obrera, que hicieron públicos a la prensa los puntos acordados minutos antes con dirigentes de más de 70 organizaciones gremiales.

Lejos de la paciencia que aseguran haber exhibido en el primer año de gestión de Mauricio Macri , los sindicalistas de mayor peso en el país dejaron aquí algunas advertencias, decepcionados por algunos incumplimientos y dispuestos a dar batalla.

Coincidieron en que no permitirán topes para futuras paritarias, anticiparon que este año cualquier mejora salarial deberá contemplar una suba no menor a un 20% y fueron contundentes al afirmar que defenderán a capa y espada los derechos contemplados en los convenios colectivos de trabajo de cada sector. El mensaje fue que no habrá paritarias si antes no cesan los despidos.

Barrionuevo, que desde su labia sagaz y sin límites suele dar el latigazo verbal donde más duele, esta vez optó por el bajo perfil. Al cabo de la reunión con el resto de los sindicalistas, desairó a los periodistas y subió al segundo piso del hotel Presidente Perón, donde los esperaba un suculento asado con sus pares.

La posta la tomaron esta vez Daer, Schmid y Acuña, encargados de sacar a luz la posibilidad de la primera medida de fuerza general contra las políticas económicas del presidente Mauricio Macri,

«Lo que no vemos en el Gobierno es una actitud imperativa que permita frenar todo esto», dijo Daer, tras repasar instancias de crisis que viven los trabajadores de distintas industrias. Citó los sectores textil, metalúrgico, del calzado e informática como algunos de los más castigados por la pérdida de empleos.

Los tres fueron enfáticos en señalar responsabilidades del Gobierno, pero más aún del sector empresario, con quienes llegaron a sentarse a una mesa de diálogo y sellar compromisos que apuntaban a sostener condiciones de paz social a corto y mediano plazo. «Lo que han hecho es romper el marco de confianza que intentamos construir a mediados de 2016», denunciaron.

Acuña consideró que la conducción del país sigue «con apatía e indiferencia» la ola de despidos y suspensiones en distintas ramas de la producción. Y dijo que esa actitud, asociada a la de los empresarios, está «minando la confianza en acuerdos de mayor alcance».

Los gremialistas citaron algunos casos puntuales en los que arraigan su decepción. Por un lado, el veto presidencial a la ley antidespidos. Por otro, el reciente decreto que cerró el camino al proyecto de ley que avanzó en el Senado para atender la cuestión pendiente de las aseguradoras de riesgos de trabajo (ART). «No hay una a favor de los trabajadores, son todas en contra», lamentó Acuña.

De este cónclave en el hotel de gastronómicos participaron otras figuras fuertes: Julio Piumato (Judiciales), Omar Maturano (La Fraternidad), Guillermo Pereyra (petroleros), Facundo Moyano (Peajes), Walter Anchaval (Camioneros), Francisco Gutiérrez (UOM), Roberto Coria (Guincheros), Amadeo Genta (Municipales), Abel Frutos (Panaderos) y Rubén Sandoval (Perfumistas), entre otros.

La moción de un paro general se analizará en el consejo directivo, el próximo jueves. «Hay un incremento importante de la tensión social», advirtieron.

La dirigencia fijó, además, otros dos reclamos: pedirán al Gobierno que rectifique su reciente decisión de trasladar el feriado del 24 de marzo e insistirán en que se convoque la paritaria docente.

Fueron notorias las quejas por el modelo económico y las ventajas que, entienden, logra el sector privado. «Se quieren quedar con derechos de convenios y bajas de salarios, y eso no lo vamos a permitir», coincidió el trío de voceros cegetista.

La conducción gremial se mostró convencida de que el Gobierno y el sector privado «juegan en conjunto» y que los trabajadores están pasando un mal momento.

Rechazo a los cambios en las ART

Pese a que la reforma de la ley que regula las ART contó con el apoyo de la CGT, no ceden las críticas a la medida oficial. El Sindicato de Empleados de la ex Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria (Secasfpi), de la Anses, planteó que las modificaciones «favorecen a la patronal». El secretario general del gremio, Carlos Ortega, aseguró ayer que el DNU impulsado por el gobierno de Mauricio Macri fue hecho «a medida de las cámaras empresarias» y cuestionó que no haya sido discutido «en ningún ámbito tripartito». Además, dijo que la medida afecta de manera «grave» a los trabajadores.

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