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Fernando Espinoza y La Cámpora negocian su rendición al PJ bonaerense

Nada queda para armar, con un rotundo fracaso de Fernando Espinoza y La Cámpora en el PJ Bonaerense. Poco y nada le queda para hacer al ex hombre fuerte de la Matanza.No quiso ver la realidad que tenía frente a sus narices. El “Grupo de los 5” intendentes se lo intentó explicar meses atrás, pero no hubo caso.

Ellos querían renovación, él quería continuidad. Ellos querían un proyecto que incluyese al grueso de la provincia de Buenos Aires, con una representación amplia; él quería una lista integrada fundamentalmente por sus conocidos de La Matanza. Ellos querían un “proceso de renacimiento” dentro del justicialismo, con estrategias más pensadas y menos impulsivas, con llegada a la gobernadora con quien negociar mejorar sustanciales para los municipios.

Él quería liderar el partido junto a Verónica Magario y La Cámpora, para constituir una oposición combativa, agresiva, desde donde intentar bloquear cualquier proyecto, bueno o malo, que venga del gobierno.

Finalmente, ellos ganaron y él perdió.

La primera noticia llegó poco después de las 19.00, cuando un dirigente de extrema confianza acercó la noticia de que los intendentes y la CGT,Pablo,Hugo y Facundo se habían unido para postular a Gustavo Menéndez, intendente de Merlo, como el Fuerte candidato a presidente del PJ, y a Fernando Gray, de Esteban Echeverría, como presidente del Congreso partidario.

Los muchachos de La Cámpora, que primero habían sugerido a Hernán Ralinqueo, jefe comunal de 25 de Mayo, como candidato a presidente, habían logrado imponer a Walter Festa, intendente de Moreno que había salido a la luz luego de que se demostrase que, con su municipio quebrado, cobraba algo más de 300 mil pesos mensuales, como acompañante del ex intendente de La Matanza.

No obstante ello, habrían dado la orden de bajar a su candidato de la lista, dejando aun más solo a Espinoza y quedando ellos mismos, por añadidura, afuera del partido.“Si no me apoyan, no me importa.» dijo Espinoza.

Con los votos de La Matanza les gano a todos”, gritó el hasta ahora presidente del Partido Justicialista bonaerense al entrar anoche a la sede de la calle Matheu. Su propio círculo íntimo buscó hacerlo entrar en razones:

“¿De qué sirve un partido sin apoyo de nadie? Es un sillón vacío lo que vas a tener. Encima María Eugenia Vidal te va a dividir La Matanza en cuatro y nadie te va a salir a defender”.

Lo cierto es que al tándem Espinoza-Magario-La Cámpora,no pareciera quedarle más cartas por jugar. Del otro lado, para añadir más dolores de cabeza, no para de sumarse gente. Además de la totalidad del conurbano sur, el conurbano norte y la CGT, habían firmado los apoyos de randazzistas como Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar) y Juanchi Zabaleta (Húrlingham).

En un intento desesperado por evitar perderlo todo, Fernando Espinoza envió un mensaje al grueso de los intendentes, que se encontraban reunidos en el enorme local de la calle Bolívar: “Me bajo y que Verónica vaya de vice del ‘Tano’ Menéndez”. Con las negociaciones terminadas y la balanza de poder completamente volteada a favor de los intendentes, el actual presidente del PJ bonaerense negocia su rendición y la posibilidad de mantener al menos una cuota de relevancia dentro del armado peronista.

Espinoza llegó al cónclave con la petición de que su sector se quedara con la mitad de los consejeros por la rama juvenil y la mitad de los consejeros por la rama gremial (son 5 de cada uno), además de alternar la presidencia entre Menéndez y Magario. Así como los intendentes acordaron que la titularidad del partido la tendrían el alcalde de Merlo y Fernando Gray de manera alternada, el matancero pidió que Menéndez gobernara un año y el otro lo hiciera Magario.

Desde el lado de Espinoza aseguran que la contraoferta fue demasiado flaca, y que sólo le cederían la Secretaría General para Magario. En tanto, cerca de Menéndez aseveran que también le darían al actual presidente del partido ser el primer congresal nacional.

Esas primeras negociaciones no prosperaron, y aunque a las 20.30 se hablaba de un cuarto intermedio para refrescar las ideas y encarar la última etapa de las negociaciones, desde uno de los sectores insistían en que las charlas habían acabado. Como la ceniciencita, el peronismo tiene tiempo ahsta la medianoche para definir si hay interna o unidad.

Magario espera, impaciente, que aquellos a quienes, tan sólo unos días atrás, tildó de traidores, ahora la dejen entrar a jugar con ellos. Para La Cámpora, no queda más que otro casillero retrocedido, otra derrota que pareciera señalarles que, sin la billetera nacional, no hay nada para mostrar. Serían entonces dos las listas que el 17 de diciembre se verán las caras. Una de ellas es encabezada por el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez. La otra por el propio Fernando Espinoza, aunque ni siquiera desde el entorno del matancero dan a conocer esa nóminca completa, que ya se quedó sin el apoyo de Walter Festa y Mario Ishii, dos de los alcaldes que el pasado jueves se mostraron cerca del actual titular del partido

A toda costa, muchos peronistas querían la interna, por eso apelaron a que los principales dirigentes en disputa mediten, con una extensión hasta este martes para buscar la unidad que hasta las 22 hs del martes no llega

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