Como Bolivia trata a los turitas y residentes argentinos
Allá está la hermandad / “Haz lo que yo digo…”: La drástica decisión que toman los bolivianos con los turistas
La información fue brindada por un periodista del vecino municipio de Salvador Mazza. Otra vez sobre el tapete la discusión sobre la apertura, o no, de servicios a personas provenientes del vecino país.

Una llamativa publicación del periodista Raúl Costes, del municipio de Salvador Mazza, generó malestar en habitantes salteños por la poca reciprocidad en las relaciones con el país Boliviano. Ocurre que a través de una fotografía se conoció que al pasar al vecino país, a los turistas les sellan el pasaporte con la inscripción de “Prohibido Trabajar y Estudiar” en el tiempo que dure la visita.
Mediante esta medida, todo visitante quedaría exceptuado para realizar cualquier tipo de estudios y de realizar actividades que colaboren con el sustento económico. A esta decisión se suman las medidas pasadas de no vender combustible a los viajantes, cuestión que fue superada luego del reclamo de autoridades argentinas.
Caso 1
Estuve en Bolibia, pase de Argentina en auto, no dejaron de coimearme en la ruta, cada parada era un pedido de dinero, incluso, cuando pasé la frontera no me dijeron que saque la cédula verde de inmigración, así fue que cuando llegue al primer puesto de policía de Yacuiba de camino a Santa Cruz nos pararon para pedirnos ese papel verde, al no tenerlo, me multaron y me lo dierona ellos la vendita cédula, desde luego, «me hicieron la atención de no cobrarme toda la multa», sólo una parte, no me dejaron volver 5 km a pedirla, lo que me costó 15 dólares, por otro lado, preguntás a cualquiera que lugar puedes conocer y nadie sabe nada, Concluyendo, es un bonito Pais geográficamente hablando, pero todos se quieren salvar con el turista.
Caso 2
Este caso es el mas emblematico en la redes sosciales el cual es verdidico, la historia y el que la cuenta.«CARTA ABIERTA DE UN ARGENTINO QUE RESIDE EN BOLIVIA . Por un contrato laboral resido en Bolivia desde hace un año y medio; les cuento que para residir en Bolivia es necesario contar con pasaporte, aunque no sea necesario para ingresar a este territorio. El certificado de Interpol requerido pàra trabajar tarda 3 meses El trámite por un año, con gestor – (porque sin gesto (SIC) es imposible) – cuesta unos 600 dólares. Cuando se vence hay que hacer todos los trámites de nuevo es por dos años y cuesta unos 700 dólares. Al vencer hay que hacer el de tres años, y recién el de radicación definitiva (o sea luego de 6 años), que dura ¡¡¡lo que dura el vencimiento del pasaporte !!! y luego hacerlo de nuevo. Entendieron?, no hablo de EE.UU, hablo de Bolivia !!! Cada vez que viajás al exterior hay que pagar 10 dólares (por ser extranjero), no hay atención médica gratuita para ningún extranjero, ni educación publica, ni nada parecido. En cuanto levantás la voz te dicen, con todas lasletras: «UD. ES EXTRANJERO», aunque estés residiendo en forma permanente, si no tenés un padrino ningún banco te presta ni un centavo, ni siquiera te abre una cuenta, por cualquier cosa te sacan fotocopia del documento, sólo porque sos extranjero Es importante que los argentinos sepamos que los giles del continente somos nosotros. En ningún país de la región te dan facilidades para que te quedes, salvo en nuestro querido país, y ni se te ocurra tratar de quedarte con un terreno en forma ilegal, porque podés terminar muerto o preso. Compañeros míos de Siemens vivieron situaciones similares en Brasil y en Chile (Ecuador, peor) Cada país cuida y defiende a sus ciudadanos, menos el nuestro, que posterga a los propios en beneficio ajeno. Argentina debe abrirle las puertas al mundo como lo ha hecho a lo largo de su historia, pero con condiciones razonables que exijan antecedentes policiales y judiciales, trabajo asegurado, certificado de salud y no abrir indiscriminadamente las puertas para el ingreso de indigentes y en algunos casos hasta delincuentes. Esto no es xenofobia, entiendase bien. Esto es defensa de la soberanía nacional y del trabajo nacional. No se puede permitir que una veintena de personas ingresen de Perú sin inconveniente ninguno en nuestras oficinas de Migraciones, a pesar de ser ex convictos en su país, o cientos que vienen de Bolivia y Paraguay, se instalan dos o tres meses en casas de parientes o paisanos, se operan en hospitales públicos de la Capital , a costa del esfuerzo de nuestra sociedad que ya no sólo banca a los conciudadanos del GBA, sino a todos los hermanos Sudamericanos que tengan ganas de venir aqui SOLIDARIDAD SI, BOLUDISMO NO! Lic. Carlos Alberto Alderete SIEMENS»
Caso 3
He leído una nota sobre la discriminación de argentinos en la República de Bolivia, por este motivo he querido aportar algunos datos y experiencias relacionadas con este ítem, tan presente hoy día y enarbolado por instituciones como el Inadi. Debo decir que he visitado muchas veces el país “hermano” por lo que remito en un archivo con toda la documentación que asevera mi nota.
En una oportunidad fuimos a pescar al Pilcomayo, con un grupo de amigos, ya en Villamontes, nos detuvimos frente al mercado de esa ciudad para comprar unas verduras y al bajarnos de la camioneta (movilidad) se apersonó un policía que nos labró un acta contravencional por dejar una puerta abierta sobre la vereda. Se le explicó al policía que solo bajamos a preguntar sobre unas verduras pero que no fue nuestra intención dejar la puerta abierta. Pero cerrado en su decisión nos condujo a la “comandancia” para pagar la multa, una vez en la “comandancia” no hubo otra forma de pedir disculpas, que “chapeando” o sea el Senador Nacional Julio Argentino San Millán que nos acompañaba le explicó al policía o jefe que no fue una contravención y después de un buen rato, los policías bolivianos, aunque no muy convencidos, nos dejaron ir, pero diciendo:
Me extraña que Ud. (Por San Millán) que es un hombre de leyes, no cierre la puerta cuando baja de la movilidad, podría haber ocasionado un accidente tremendo, se podría meter una bicicleta en el habitáculo. Sin palabras el problema es que somos argentinos, así vivimos nuestro primer día en Villamontes, Gaspar Solá y Sra., Gustavo Peretti y Sr., Julio San Millán y Sra. Y Horacio Bertero y Sra.
En Abril del 2004, salimos un grupo de amigos hacia Sucre, en el camino de Sucre a Potosí nos encontramos con un piquete de mineros en un lugar llamado Betanzos, unos kilómetros antes de Potosí, la ruta estaba cortada, pero los que cortaban la ruta, daban paso a algunos vehículos, entonces fui a preguntar y sí efectivamente si pagábamos como un peaje se podía avanzar por un atajo que salía a la derecha de la ruta e iba pegado al cerro pasando el aeropuerto, hicimos lo correcto pagamos 100 bolivianos no sabemos a quién y pudimos pasar hacia Potosí. Los bolivianos no pagaban y se nos reían al pasar. Íbamos Roberto Falibene, Pablo Ruiz y yo (Horacio Bertero).
En Septiembre del 2004 al pasar por el puente de Villamontes, previo pago del “pontazgo” y al pagar el peaje me paró un policía, al medio día, que me pidió toda la documentación, al ver que todo estaba en orden, le pareció que algo podía estar mal, y comenzó a pedirme todo lo referente a la seguridad al llegar al botiquín, le mostré el que tenía y me dijo que ese no era el reglamentario, así que tuve que esperar que abra la farmacia para comprar un botiquín boliviano, que es casi igual que el argentino, solo lo diferencian cuatro pastillas de carbón, eso me costó 50 bolivianos y una coima al policía de 5 dólares, para dejarme pasar. Al botiquín argentino lo mandé al medio del Pilcomayo. Íbamos Verónica Saravia y Yo (Horacio Bertero).
En Enero del 2005 a la salida de Villazón en la primera tranca, me paró un policía que me pidió de todo, hasta que lo interrumpí y le di 20 bolivianos y la tranca se levanto de un salto y seguí viaje, yo ya sabía que esto es así, no me ayuda para nada la patente argentina. En ese mismo viaje no me quisieron vender combustible en Tupiza, aludiendo a la falta de diesel, recurrí a una carnicería que encontré abierta y me mandó a la casa de un señor que vende diesel en bidones y ahí compré y pude seguir hasta Potosí, pagando casi el doble de lo que vale en una estación de servicio o gasolinera.
Volví en el 2007, 2009, 2010 y 2011, en el 2009 estando Santa Cruz de la Sierra buscaba combustible para llegar a la frontera Argentina por Yacuiba, empecé a recorrer todas la estaciones de servicio que me quedaban a la salida y ninguna me vendía, a mí, los bolivianos cargaban sin problemas, así pasé desde las 7 de la mañana hasta las 12 del medio día, ya no tenía más combustible en mi tanque para seguir probando donde me cargaban combustible, hasta quye llegué a una estación de servicio ubicada sobre el 5 añillo y a unas 10 cuadras de la ruta que une Santa Cruz con Cochabamba, era la última que podía visitar porque no había más reserva en el tanque, no me vendieron y no pude avanzar más, le supliqué que por favor me vendieran aunque sea 20 litros para salir y cargar en el camino, pero nada, 13.30 aparece una camioneta Toyota modelo 99 o 2000 , bordeaux con 4 personas, aparentemente trabajadores de la construcción y portando un alto nivel de alcohol en sangre, y me acerco al conductor que estaba cargando combustible y le dije si me podía comprar combustible en un bidón y me lo daba para mi camioneta, que tenía que viajar a argentina, el hombre se puso como loco y comenzó a gritar y agarró a uno de los despachante de combustible de la camisa y le decía, que éramos turistas y que traíamos dinero a Bolivia, que nos carguen completo y le decía fullialo o algo así, yo pensaba que le estaba diciendo que me estafe, pero no era que lo deje full al tanque, así acerqué la camioneta y me llenó el tanque, eran 170 bolivianos pero le dejé 200 y disparé, porque la situación estaba muy tensa y quería salir de esa cornisa, nos salvó el alcohol. Íbamos Valeria Cosentino y yo Horacio Bertero.
En 2011 fuimos con unos amigos en su movilidad a recorrer el “camino del Che Guevara” no fue menos traumático el viaje con la discriminación por ser argentinos, pero acostumbrado ya a estas vicisitudes, hay que armarse de paciencia y llevar dinero para resolver ciertos problemas, y que como coimeros son bastante baratos, al llegar a Santa Cruz, en la rotonda del 2do anillo,se nos pone a la par un policía motorizado y nos hace señas que lo sigamos hasta un lugar que no podía estar mas oscuro y alejado de la avenida, nos acusó de algo que no habíamos cometido y para ahorrar tiempo y llegar al hotel Copacabana a descansar, le intenté dar 50 bolivianos y se negó, saqué uno de 20 más y le pedí al Sr. Ricardo y su Sra. Eleonora que se mantengan en silencio, comenzó un tira y afloja hasta que el policía con sus amenazas, aceptó los 70 bolivianos y nos dejó volver a la avenida. A la mañana siguiente salimos de la plaza principal, pasamos frente al consulado argentino y en la cuadra siguiente, nos volvió a parar la policía, por tener patente argentina, porque es imposible cometer una infracción a paso de hombre un sábado a la mañana en el centro histórico cuando va un auto detrás de otro. Pero así fue nos pidieron todo los papeles, pero como el vehículo estaba a nombre de Eleonora Ortíz y la declaración jurada que habíamos hecho en la frontera estaba a su nombre y de su marido, no podía ir manejando yo aunque ella se encontraba en el asiento de atrás, entonces pasó Ricardo al asiento del conductor y se acopló otro policía que nos impidió seguir porque decía que en Bolivia los mayores de 70 años no pueden conducir, y se tuvo que bajar, entonces, no quedó otra que recurrir al consulado argentino para solucionar el problema, los policías estaban muy agresivos, entonces Ricardo salió para el consulado, en ese momento uno de los policías hablo con un superior y vino muy enojado y nos echó de la vía pública sin impórtarle quien manejaba, salí en busca de Ricardo y lo encontré en el consulado, que estaba cerrado, por ser sábado así que nos fuimos y tratamos de salir de Santa Cruz lo antes posible. Al llegar a una tranca o reten que está en el chapare, donde antes estaba la DEA, nos pararon y por poco nos desvisten para ver que llevábamos hacia Vallegrande, no entendíamos, acostumbrados a pagar por no hacer nada, salimos a nuestro destino. El problema con el combustible lo tuvimos todo el camino, comprobamos a gente que vendía en bidones.
Ahora me pregunto qué pasaría si nosotros hacemos lo mismo con ellos? Ellos son quienes ejercen la xenofobia con los argentinos y con otros extranjeros, que visitan Bolivia, ahora también me pregunto si quieren tanto a su país, que me parece muy bien, porque se fueron 3.000.000 de Bolivia a Salta, Mendoza, Buenos Aires y hasta Puerto Madryn, por que no regresan que la patria plurinacional de Bolivia los espera con los brazos abiertos y les venden combustible para llegar a su verdadero hogar originario.
Fuente: http://www.quepasasalta.com.ar/noticias/salta_26/haz-lo-que-yo-digo-la-drastica-decision-que-toman-los-bolivianos-con-los-turistas_166807
http://www.quepasasalta.com.ar/noticias/mundo-bizarro_16/calvario-y-discriminacion-hacia-argentinos-en-bolivia-duro-relato-de-quien-sufrio-esta-injusticia_25074