Cómo son los delincuentes bonaerenses
Tenen entre 17 y 30 años y antecedentes por hechos graves, aun siendo menores. Muchos son consumidores de drogas; prácticamente todos, hiperviolentos. Las armas de fuego están al alcance de sus manos.
En bandas de entre tres y seis cómplices, este año cometieron el 85% de los delitos del conurbano. Ése es el perfil de los delincuentes bonaerenses, según el relevamiento de causas judiciales y las descripciones que realizaron los operadores del sistema penal provincial.
A algunos de ellos parece ya no importarles nada. Y lo pagan sus víctimas. Diego Lorenzo, de 38 años, volvía de pasar el día en Luján junto con su novia. Al llegar por la Autopista del Oeste a la altura de la localidad de Francisco Álvarez, seis delincuentes que iban en tres motos lo rodearon como si fueran pirañas. Lorenzo no se resistió a entregar su moto. Pero, igual, el jefe de la banda le disparó un tiro que le entró por el ojo y lo mató en el acto. El asesino tiene 16 años y fue detenido.
El homicidio de Diego Lorenzo es uno de los ejemplos crudos de las estadísticas oficiales. Sus autores están entre los 190.000 aprehendidos por la policía en lo que va del año, y cuyos perfiles son la base de esta radiografía de las bandas.
«Casi el 85% por de los delitos cometidos en territorio bonaerense tuvieron como responsables a bandas de ladrones que tienen entre 17 y 30 años, compuestas por entre tres y seis integrantes», expresó un importante jefe policial que solicitó mantener su nombre en reserva.
Además de ser jóvenes, los delincuentes actuales son muy violentos, están armados y no esquivan el enfrentamiento con los policías.
Según la estadística oficial, en los que va de 2016, la policía bonaerense apresó a más de 190.000 sospechosos, de los cuales el 89 % eran mayores. De ellos, 1060 fueron acusados de homicidios; 74.000, por delitos contra la propiedad, y 25.000, por casos de drogas.

«Se debe aclarar que cuando se refiere a la cantidad de personas puestas a disposición de la Justicia, eso implica a todos aquellos que han sido procesados y notificados, recuperando la libertad acorde a las normas procesales por la infracción cometida, a aprehendidos y a detenidos», expresó otro calificado jefe policial provincial, al aclarar que gran parte de los capturados fue liberado con dependencia del delito que les fue imputado y de acuerdo a las decisiones judiciales.
«Si bien la mayoría de los detenidos tiene más de 18 de años, vienen con hechos graves cometidos cuando eran menores de edad. Los veo todos los días. Muchos son adictos policonsumidores. Con esto quiero no quiero decir que se droguen para robar sino que su adicción empezó de muy joven. Esa adición los llevó al delito. Quizás esto explique, en parte, la irracionalidad presente en muchos de los hechos, en los que dispararon sus armas como si fuese algo natural, sin miedo ni arrepentimientos», explicó el jefe policial.
Según este detective, que también intervino en varias investigaciones de secuestros extorsivos, esas bandas integradas por delincuentes de entre 16 y 25 años son responsables de la mayoría de las entraderas, salideras bancarias y secuestros exprés como el que tuvo como víctima al taxista Alberto Sarubbi, al que mataron la semana pasada al frustrarse el pago del rescate.
«Hay una franja de un 11 o un 15% de hechos en los que los responsables tienen más de 30 años y no llegan a los 50 años. Pero son los menos. En ese grupo figuran boqueteros, ladrones de bancos y piratas del asfalto», explicó el jefe policial.
A pocos metros del cruce de Márquez y Ruta 8, en Loma Hermosa, dos ladrones le cruzaron la marcha a un motociclista y lo obligaron a bajar de la moto. De tan chico que era, el ladrón apenas podía mantenerse encima de la moto. La víctima nunca se resistió y se fue caminando, así que no representaba una amenaza para el asaltante, que igualmente montó la pistola y le disparó cinco balazos. La escena fue grabada por una cámara de seguridad instalada en la zona. El agresor todavía no fue detenido y el dueño de la moto salvó su vida de milagro.
Según cifras oficiales, el 20% de los tiroteos que mantuvo la policía bonaerense en lo que va de 2016, fue contra bandas de delincuentes que tenían entre 17 y 20 años. Mientras que el 28% de los detenidos por enfrentamientos con uniformados provinciales tiene entre 20 y 25 años. Esto indica que en casi la mitad de los tiroteos los policías tuvieron que enfrentarse con delincuentes no mayores de 25 años.
«Los voy a matar a tiros», advirtió el ladrón de 17 años conocido como «Masita» a un vecino de Los Polvorines que lo perseguía por los pasillos del asentamiento situado en Cabildo y Rawson. Según ese vecino, «Masita» había entrado en su casa para robarle. Tres días después, «Masita» fue a la casa de Sucre 2500 y, durante una entradera, mató de dos balazos a David Varlotta, de 24 años.
Armas por Internet
Hay otro detalle que sirve para entender el nivel de violencia de las bandas: el fácil acceso a revólveres, pistolas, escopetas y fusiles. La justicia comprobó cómo en un perfil de Facebook llamado «Motos crudas zona norte», un usuario pedía que le ofrecieran un arma. La respuesta no tardó y otro usuario, al minuto, respondió: «Te va una .22?».
La operación se resolvió en modo privado, pero ese primer diálogo fue público. En ese perfil se ofrecían no sólo armas sino partes de motos de origen dudoso, sin documentación. También aparecían ofertas de cédulas verdes para hacer autos y motos «mellizos». Vehículos y documentos manchados de la sangre que derraman los delincuentes urbanos bonaerenses.
Caen piratas del asfalto
Dos bandas de piratas del asfalto acusadas de haber cometido al menos 50 asaltos en el sur del conurbano fueron desbaratadas ayer tras una serie de operativos realizados en la Capital y en los partidos bonaerenses de Lomas de Zamora y La Matanza. Al cabo de 27 allanamientos la policía bonaerense detuvo a 11 personas vinculadas a las bandas «De los correntinos» y «Del mudo». Un tercio de los robos fue a tours de compras de la feria informal La Salada, de Ingeniero Budge.
Números preocupantes
20%
Delincuentes violentos
Ese porcentaje de los asaltantes que mantuvieron enfrentamientos armados con policías bonaerenses en el conurbano tiene entre 17 y 29 años, según consta en los registros judiciales de 2016
85%
Jóvenes que delinquen
Es el porcentaje de acusados de diversos delitos cometidos este año en el territorio bonaerense que tiene entre 16 y 30 años; el 90% posee antecedentes de cuando eran menores
Jovenes, violentos, armados… Así aparece caracterizado el delincuente «promedio» del territorio bonaerense. Dentro de lo «esperable», pero no por eso menos dramático y preocupante. Esa taxonomía desnuda una trayectoria en la que el paso del tiempo determina no sólo «experiencia» y «especialización», sino una furia cada vez mayor que se traduce, en muchos casos, en consecuencias trágicas, en finales sangrientos para los delincuentes y, también, para sus víctimas.
Hay, en ese curso de autodestrucción, un origen «común»: los delincuentes que detiene la policía en las zonas urbanas son, mayormente, jóvenes que crecen en situaciones socialmente desventajosas y que viven en zonas deprimidas o, directamente, en villas y asentamientos.
Los sucesivos estudios de la Sedronar revelan que, cada vez, el acceso a las drogas y al policonsumo de sustancias (estupefacientes varios y, también, alcohol) se da a menor edad. Sin soporte adecuado y extendido del Estado, muchos chicos se «caen» de la red de contención del entorno afectivo y de las instituciones formales y entran en un círculo vicioso que puede colocarlos en la senda criminal. Son decisiones personales, sí; pero el entorno y la forma en que se experimenta la socialización también son determinantes.
En ese contexto, no pocas veces a los chicos alguien les «facilita» la entrada al mundo criminal. No pocas veces, esa «invitación» -que tiene, en tal caso, la forma de la coacción- corre por cuenta de quienes, precisamente, son los agentes de aplicación de la ley en el territorio: los policías. Las investigaciones judiciales y las crónicas policiales han dado cuenta ya demasiados casos de «zonas liberadas» para el crimen. Allí, «trabajando» para quienes justamente deberían evitar que delincan, los jóvenes se internan todavía más en el fango de la criminalidad, al tiempo que alimentan el odio que les hace fluir la violencia desde las entrañas.
A ese cóctel terrible se suma, como precisan los especialistas, el fácil acceso a las armas. Diputados acaba de dar media sanción a un proyecto del Frente Renovador que plantea endurecer las penas por la tenencia y portación de armas ilegales. Pero es necesario que el Estado, además de perseguir el mercado negro, controle más eficazmente el mercado legal, que es el que, por diversas vías, alimenta al ilegal.