Consejo Escolar de Berazategui empezaron a medirse dos espadas afiladas.

(Exclusivo, La Guillotina – único medio en cubrir las sesiones del CE)

El espacio donde se discute la situación educacional en la ciudad promete ecos políticos más resonantes que los del Deliberante. Mientras en el HCD, lo único novedoso es el regreso de Juan J. Mussi –aunque justo cuando se van Argentino Geneiro y hasta Jorge Sívori, lo que hubiese generado algún interés por oír la confrontación del primero o esperar a que el segundo hallase una excusa para pedir algún permiso al nuevo presidente del Cuerpo–, la esgrima verbal sólo tendrá un remedo en el Consejo Escolar, donde ya empezaron a medirse dos espadas afiladas: Héctor Peñalva (PJ) y Gustavo González (UCR).

El primero es un defensor de CFK, de pensamiento progresista, fiel mussista que acaba de ser reelecto consejero y revalidado como titular del Cuerpo, con lo cual se proyecta a ser el más destacado presidente del CE en estas tres décadas de democracia.

El segundo fue candidato a intendente en varias oportunidades. Un intelectual reconocido; el autor local que más libros vende, con notoria participación en las luchas sociales, ex funcionario de la Provincia con proyección en otros países como especialista electoral.

Este diciembre los confrontó desde el mismo momento de la jura. Lo interesante es que –a diferencia de ex presidentes como la malhumorada Julia Chola Paterno o el difícil equilibrio partidario de Alicia Lorenzo– esta vez se trata de un duelo de caballeros.

Tanto Peñalva como González son docentes con años de ejercicio, educados para dialogar, comprometidos en forma pública con los derechos humanos y con la defensa de los trabajadores. Ninguno ha visto su honestidad cuestionada en su paso por la función pública. Vale la pena oírlos.

En el acto del 11 de diciembre en el ex Club Ducilo, González dio la nota con su fórmula de toma del cargo que en lugar de jurar por “Dios”, lo hizo por “la Constitución Nacional”:

“Por la república, por la democracia, por la Unión Cívica Radical, por los valores democráticos y por los más humildes, sí, juro”.

Su prédica fue seguida por un coro de fans que partió en dos el resto del acto. Desde entonces, los consejeros que juraron después quisieron hacer algo parecido. Luego de Marcela Sotelo, Peñalva lo hizo muy sereno:

“Por la escuela pública, por la libertad, por Perón, por Evita y por el proyecto que 30 años lleva de cambio y de verdadero fortalecimiento de la escuela y de los habitantes de Berazategui la gestión Mussi, sí, juro”.

El segundo momento tenso se dio luego de que Peñalva fuera elegido por unanimidad para presidir el Cuerpo otros dos años. En cambio, a la hora de elegir la vicepresidencia, secretaría y tesorería, todos las mociones de González para obtener un puesto para su bloque fueron negados desde el mussismo. Eso motivó que una parte del público –con el radical Jose Colo Ballini a la cabeza– se levantase airado y se fuese con reproches hacia la falta de democracia.

Los cargos quedaron para Sergio Romero, Daniela Novello y Silvia Molinas.

Al día siguiente, martes 12, la sesión que tuvo lugar en el Consejo de la Av. 14 casi 151, debía conformar comisiones de trabajo entre peronistas –con mayoría– y cambistas –González está acompañado por una peronista, Jimena Marin, del ex partido Fe, y ahora en la Agrupación Entre Todos que conduce la diputada (mc) Mirta Perez–.

El mussismo no podía dejarlos afuera, así que les dieron un lugar minoritario en todas salvo en la de Prensa, con lo cual se reservaron la exclusividad del trato con los medios.

González quiso dejar constancia de la falta de representatividad en el Cuerpo: “si obtuvimos el 30% de los votos, tenemos derecho a un cargo de cuatro, o sea, al menos un 25%”.

Peñalva les minimizó el argumento: “Sacaron un 30% de la mitad del Cuerpo. No te olvides que son ocho consejeros los que componen el cuerpo”.

En efecto, el CE ya tenía cuatro bancas desde la elección de 2013, por eso el PJ es mayoritario. Punto para Peñalva.

La siguiente y última sesión del año tuvo lugar este miércoles 27. Entonces, quedó por escrito lo que desde la asunción intentaron imponerles hasta con periodistas oficialistas: que vayan a pintar escuelas –algo que no es función de los consejeros– y que medien ante la gobernadora para conseguir más remesas para la ciudad. Lo primero es una chicana de desgaste donde Gustavo y una chica nacida en 1989 deberán competir con toda la estructura política que administra la Municipalidad. Lo segundo es una vieja estratagema mussista: usarlos para obtener respuestas de la gobernadora y, si no resulta, acusarlos. No obstante, González asintió.

Su contragolpe sorprendió con iniciativas nacionales imposibles de rechazar, como un convenio con el CONICET para colocar filtros de arena lenta en escuelas donde el agua no es de calidad. “El funcionario nacional a cargo está dispuesto a venir para hablar con este Consejo”, remató el radical. Peñalva y su bloque apoyaron la moción. Punto para Cambiemos.

Los seis consejeros del PJ Mussi Conducción contragolpearon con enumeraciones todo lo que anda mal: la falta de cupos en las escuelas, bajas raciones alimentarias, comedores de verano que cierran, aumento de la matrícula para 2018 que no tiene adecuada partida del Servicio Alimentario Escolar (SAE)… Punto para el Peronismo.

Esperaron al final de la sesión en pos de leer una declaración contra la iniciativa de la gobernadora Eugenia Vidal que pretende echar mano al IPS y la caja jubilatoria docente. Quisieron que los consejeros de Cambiemos firmaran aunque sin presionarlos y con reiteradas aclaraciones a que era entendible que no lo hicieran. Claro que Peñalva no se privó de remachar que ellos –los del PJ– estaban “a favor de los trabajadores”.

González retrucó que también ellos –los de Cambiemos– defendían a los docentes, pero que el repudio al proyecto se volvía “abstracto” a partir de que las noticias del día daban cuenta de que el ministro de Economía había rechazado tal posibilidad.

Incluso se leyó en la sesión el final de la nota periodística del portal Letra P, con la pretensión de relativizar parte de aquel rechazo, en lo que constituye un episodio novedoso en este recinto donde la tecnología se cuela a través de los teléfonos que todos mantienen encendidos –y usan– durante las sesiones.

Cambiemos no firmó el texto que, según adelantó el vice Romero, estará en breve en la web del CE. Punto para ambos.